sábado, 21 de enero de 2017

Volver al pasado I


Volver al pasado
Parte I
Uno
 Cómo habría sido capaz de ayudarla, cómo no pude darme cuenta que me estaba usando. Tuve que haber sido más astuto que ella, por qué había decidido seguirle el juego. Al final no conseguí nada que me beneficiara, al contrario, esa aventura me fue muy perjudicante. Luego de eso perdí mi cordura, por eso es que escribo esto. Lo hago con el fin de darle mi despedida a este mundo tan injusto, que me forzó a hacer esto.
 Estoy muy decidido sobre lo que voy a hacer, no quiero que nadie se sienta culpable por lo que haré, reitero soy yo quien decide hacerlo. Pero antes de darle mi última despedida a este mundo quiero contarle sobre quien soy y que es lo que me ha llevado a hacer esto.
 En realidad, yo siempre he sido una persona bastante manipulable, ya que mi forma de ser me impedía decirle que no a cualquiera que me pidiera hacer favores, eso junto a que siempre fui muy crédulo.
 Bueno por donde comenzar, ese día tan monótono como los otros me desperté a la siete y media de la mañana, luego de levantarme me dirigí hacía el baño me duché, cepillé mis dientes y fui hasta la cocina a desayunar lo mismo de siempre un mate cocido con algunas tostadas, me cambié, sí, me cambio luego de desayunar para evitar manchar mi traje, y me fui en mi auto.
 Ya en el trabajo me llega la noticia de que mi secretaria había muerto, según me contaron se la halló en su casa desmembrada, y sus partes distribuidas por toda la casa; su brazo izquierdo en la cama, el derecho en la alacena, su cabeza en la mesa, su pierna izquierda en una funda de un instrumento, su pierna derecha en el lavarropas y el torso en su almacén. Lo que me sorprendió fue que nos dijeron que el/ la culpable fue muy preciso/a y meticuloso/a, ya que no habían dejado huellas digitales, ni rastro de sangre. Lo más raro en ese momento fue que la forense dijo que la ubicación de las partes del cuerpo y su distribución revelaban el nombre del asesino. La pregunta es ¿Quién habrá sido capaz de cometer tal delito?
 Más raro era que ella no había sido la única secretaria que había muerto, lo mismo sucedió con mis tres secretarias antecesoras. Por eso luego de tal desastre dudó que pueda encontrar a otra, de seguro todas deben estar espantadas. Aun así, publiqué un anuncio buscando a otra secretaria, y quede a la espera de alguna vacante, pasaron los días y nadie me contestó, hasta que un mensaje llegó a mi celular, lo abro
 “Estimado señor Jorge Muñoz, quería solicitarle que revise mi curriculum vitae y me contestase si soy merecedora del puesto de secretaria. Espero con ansias su respuesta”
 Luego de ver su C.V me di cuenta que era la ideal, se egresó de la primaria, secundaria y la facultad de psicología con honores, además tiene referencias bastantes buenas, aunque siendo sincero ella no es bonita, sé que me servirá como buena compañía en mi consultorio, el que tuve que comprar gracias a que me despidieron del hospital al que iba, y sé que seremos grandes amigos.
Dos
   Pasaron tres días desde que contraté a mi secretaria Camila, ella es una chica de cabello negro y ojos verdes como los de una esmeralda y además es muy tierna, linda y atenta. Esta noche me invitó a comer afuera, y al ser una invitación no tuve mejor cosa que asistir, de vez en cuando es bueno escapar de la monotonía del trabajo. Así que cuando salí del trabajo me dirigí a mi auto y me fui hasta mi casa, ya en ella luego de bañarme me cambié muy elegante y salí. Por suerte ese día era hermoso, ya que a la tarde no hacía ni frio ni calor estaba templado, en la noche un frio se alzó, por lo que tuve que llevar una campera. Ya en el auto, cambiado y perfumado ella me llamó, se notaba molesta. Sabía que ella era muy puntual y yo estaba saliendo media hora tarde, decidí apresurarme.
  En lo que acelero un pequeño detalle arruina mi noche, un imprudente motociclista se cruza en rojo. Por lo que yo no llegué a frenar, mi corazón se acelera y un impulso me vuela por los aires, dolorido y ensangrentado solo llegó a ver cómo es que un mar de personas me encierra, y escucho el sonido de la ambulancia acercándose, y en ese momento me pregunté, ¿Por qué decidí acelerar? ¿Por qué entre tantas personas esto debía sucederme a mí? Y ¿Qué me sucederá?
Tres
 Abro dolorido mis ojos, no podía creer lo que había sucedido, estaba internado, al parecer entré en un pequeño coma que hizo perderme tres días de trabajo, supongo que Camila se habrá enojado bastante conmigo, aunque digamos que mucho no me importa lo que ella opine de mí, ya que yo soy su jefe y ella mi secretaria.
 Dentro de esos tres días ocurrieron cosas muy interesantes según pude escuchar en la radio, es raro que nadie estuviera mientras yo estaba internado; cuando desperté dándome cuenta que nadie me había ido a visitar me deprimí, me encerré en un círculo que me enfermó poco a poco, pero me traumó el que nadie me hubiera visitado. Dentro de ese círculo pude deshacer todas las frustraciones, temores y sentimientos que oprimía que acarreaba hace años. En ese momento me transformé en una persona muy deprimente, a tal grado que no sería capaz de sentir la calidez humana, ni siquiera la del sol. Pasaron las horas encerrado en ese hospital hediondo en donde lo más alegre que había eran los cuentos de Edgar Alan Poe. Los días pasaban y no me daban el alta, en mi habitación no entraba ni un haz de luz y no sé si realmente me molestaba más los llantos de mi compañero de habitación o el que él no me dejará dormir con sus fuertes ronquidos.  
 Aun que, siendo compasivo, lo entiendo. A él también le paso algo parecido, al despertarse del coma nadie lo esperaba y pasó más días que yo en la soledad de este decrépito hospital, al salir, la emoción lo llevó a correr por medio de la calle causando un accidente vial, por suerte no murió. Luego cuando llegó a su casa muy contentó, una carta que decía que la vida debía seguir y que ella no tenía tiempo que perder. Al terminar de leer la extensa carta que comentaba que había sucedido mientras él estaba en el hospital y el por qué se iba lo llevó a sufrir un paro cardiaco. Debería ser más compasivo con él, pero es muy molesto que llore todo el tiempo.
Cuatro
A la mañana siguiente del tercer mes de mi internación me dieron el alta, cuando salí de esa sucia cárcel llamada hospital fui a la casa de Juan, el hombre que me acompañaba en el hospital, por más que cruzamos pocas palabras nos volvimos amigos, por eso sé todo lo que le sucedió. Ya teniendo la dirección de su casa fui a la misma, sí, apenas salí del alta tomé un taxi y me fui a su casa. Ya en la puerta de la misma toqué con tranquilidad, sabía que él me abriría así que lo esperé durante 20 minutos. Fui aumentando la intensidad y frecuencia con la que tocaba la puerta, alcé mi vista y solo pude ver un extraño “dibujo”.
 
 Era braile, no entendí al comienzo, puesto que no conocía ese lenguaje lo traduje por medio de internet, lo que decía era: “si estás leyendo esto la llave está bajo la planta”. Me sorprendí, qué habrá sucedido, miles de teoría se atravesaron en mi mente, probé la llave y por más fuerza que le ejercí no quería ceder, luego me di cuenta que la llave venía con un adorno medio extraño, probé con él, entró justo y me fue muy fácil de abrir, en ese momento reprimí mi preocupación y me reí de mí mismo. Al ser de noche me sorprendió que las luces de la casa estuvieran apagadas.
 Cuando las encendí, un aire sombrío acarició mi nuca, cuando apunté mi vista hacia la cocina vi una sombra. Esa sombra no era más que el cadáver de mi única compañía en ese horrible hospital. Las paredes con sangré fueron tan impactantes que el asco me hizo vomitar. Luego de ese shock vi una caja de madera antigua sobre la mesa, se me hacía muy conocida, sabía que en algún lado la había visto. Lo único que me impedía satisfacer mi curiosidad era un gran candado, en su momento no supe dónde podía estar la llave y luego me acordé era la de la puerta.
 En el momento en que abrí la caja pude observar dos ojos con sus nervios bien enredados entre ellos, junto a ello una carta del quien había sido mi amigo.
 Esa carta decía:
Para qué... Para qué seguir... Para qué seguir viviendo. En esta maldita oscuridad que me cubre, lo único que me quedaba era mi mujer y sin ella no soy nadie. ¿Qué voy a hacer ahora?, saber que no voy a poder verla dormir, no voy a poder disfrutar con ella todos esos atardeceres, no voy a poder oler su cabello ni poder hablar con ella y me entristece bastante, ese es el motivo por el cual me voy de este maldito mundo que es solo pura injusticia, todo lo que me quedaba era ella, sin ella que voy a hacer. Es por eso que voy a arrancarme los ojos. Absolutamente todo me hace acordar a ella por lo que me encantaría que, si alguien fuera capaz de hallar esta carta, solo le pediré que quemé la foto que se haya en la mesa de luz que queda al lado de mi cama.
Luego de secarme las lágrimas decidí cumplirle su último deseo, así que fui a su habitación y traté de abrir el gabinete, pero me pedía una clave. Sobre el escritorio decía “Muchos no ven lo que tienen en frente”, por lo que fui por los ojos de la caja, entre sus nervios había un papel con la clave. Al abrir el cajón una foto que al revés decía “Pronto partiré, por eso te dejo esta caja”, tal caja era la de la mesa. La misma que se hallaba al lado del difunto amigo cuando estaba internado. La foto era de él y su pareja, de fondo una cabaña con nieve, por lo que sé por qué no quería ver tal hermosura, luego de quemarla la enterré en el patio de la antigua casa.
Cinco
  Al pasar ese día tan raro que me hizo sentir demasiadas emociones decidí irme a casa en mi auto, me subo a mi auto, me pongo el cinturón y coloco la llave en el auto y arranco para irme. Como se había hecho de noche me vi forzado a hospedarme en un hotel cercano de allí, así que ingreso y le pido al muchacho del hotel que me diera la llave de una habitación, en lo que entro a la habitación escuché gritos, parecía una mujer llorando por lo que me asusté, al mismo tiempo mi curiosidad fue mi tentación, fue la que me llevó a salir a investigar lo que estaba sucediendo, alzo mi llave un abrigo y salgo. El sonido del llanto parecía moverse, y muy rápido por lo que casi estaba corriendo por todo el hotel. Solo buscaba saber qué es lo que le sucedía. Pues me sería muy raro verme corriendo por el hotel, ya que cuando corro me veo muy raro, si mal no recuerdo pasé por todos los pasillos de todos los pisos de hotel, luego recuerdo haber bajado hasta el estacionamiento, por el spa y el gimnasio. Por suerte que no caí en la pileta. Mi curiosidad por saber que le pasaba me llevó a inconscientemente pasearme por aquel lugar. En un momento entró y acabamos frente a la habitación donde se hospedaba, habitación que quedaba al lado de la mía. Miré mi reloj, a todo eso ya eran las 5 de la mañana, no sabía cómo había pasado tan rápido el tiempo que ni si quiera tuve tiempo para despertarme, mis ojos se cerraban involuntariamente, era incapaz de pasar un minuto a pie.
Hasta que en un momento un ruido de pistola me aturdió, vi caer a la chica misteriosa al suelo. Luego un objeto me golpeó y me dejo casi inconsciente, en lo que me estaba por desmayar vi a un sujeto de aspecto desagradable correr hacia la salida del hotel. No tardó mucho tiempo para que la policía llegará. Eso fue lo último que vi, luego entré en un grave y profundo sueño.
 Seis
Al abrir los ojos solo pude ver barrotes que me distanciaban de mi destino, no entendía cuál era el motivo por el cual estuviera encerrado. Un carcelero pasó celda por celda golpeando con un bastón y gritando por lo cual me asusté y caí de la cucheta en la que estaba acostado, vi a mi compañero de celda, el cual parecía muy intimidante, para mí ,un debilucho, sería alguien fácil de derribar.
 El guardia nos abrió la celda y ambos salimos hasta el patio, lugar aislado de la sociedad en donde gente como yo no debería estar. No sabía qué hacer, ni siquiera sabía por qué estaba allí. Hasta que luego del recreo un guardia me intersectó. Él me explicó que yo me hallaba allí por ser el asesino de Carolina, la mujer a la que había seguido perdidamente en aquel hotel. Él me dijo que se encontraron mis huellas dactilares en el arma homicida.
 Luego del juicio tuve que demostrar que yo no era el culpable, pero no tenía pruebas, ya que me había sumido en un extraño sueño que me hizo deambular por el hotel y sus alrededores, por lo cual el juez falló en mi contra, y dándome tres años de cárcel.
 Así que allí perdí tres años de mi vida entre ladrillos y barrotes. Perdiendo días, sin saber que había sido de mi hijo y mi mujer. Los cuales no me habían visitado ni llamado mientras estaba internado, ¿me preguntó que les habrá pasado?
Siete
 No tenía distracción alguna en la cárcel, no hablaba con mi compañero por el temor que le tenía a que me matara, trataba de no molestar a nadie. Pero aun así los más fuertes me veían como alguien vulnerable por lo que me maltrataban en los recreos, recuerdo ver a los guardias reírse a lo lejos. No sé qué voy a hacer.
 Ya sé que es lo que voy a hacer, no tengo mejor cosa que hacer, me suicidaré. No, no, que estoy diciendo que he dicho, en que me estoy convirtiendo. Debo de salir de aquí. Debo ver a mi mujer e hijo. Los echo de menos. Hoy escaparé.
 Ocho
 Ese día ya estaba todo dado para huir, pero quién diría que alguien hubiera escuchado mis planes. Ya había juntado las suficientes agallas para poder huir, ya preparado aproveché la oportunidad en la que un guardia entró en mi celda a la noche (no pregunten por qué, ya que ni siquiera yo sabía eso) y con mucho sigilo lo dormí. Le quité las llaves y lo dejé ir. Cuando se despertó no se molestó ya que le conté que se había caído y se golpeó fuerte la cabeza. Y por mi buena reputación me creyó. El guardia al ser nuevo se olvidó que quedó a su cargo las llaves.
 A la noche me escabullí de mi celda con las llaves, momento tenso en el cual mientras bajaba de la cucheta una gota de sudor le cayó a mi compañero de celda, por suerte solo se dio vuelta y siguió durmiendo, con la celda ya abierta salí, miré a mi izquierda nada, pero al mirar a mi derecha un guardia se aproximaba corriendo desde 30 metros. Ingresé de vuelta a mi celda y la cerré, subí a mi cama y fingí estar durmiendo.
 Cuando el guardia pasó por mi celda la abrió y me apuntó con la linterna, me sacudió y fingí que recién estaba despierto, me preguntó qué hacía afuera de mi celda y le dije que era imposible ya que esta estaba cerrada, y además estaba dormido. Cuando despertó a mi compañero, este le partió la cara dejándolo desmayado a casi morir, luego siguió durmiendo.
 Aproveché y le saqué el uniforme, me cambié y volví a salir. Encendí la linterna y disimulé que era el guardia de la cárcel. Las cámaras solo pudieron captar el uniforme. Llegué a la central eléctrica de la cárcel y corté la luz. Así las otras cámaras no captarían mi rostro. Ya en la puerta que daba a la calle la luz volvió. A mi alrededor estaba rodeado de guardias.
                                      Nueve
 La carta de Juan, el hombre que más habrán golpeado en la cárcel:
Ya ha pasado dos años desde que me han encerrado. Y tres meses desde que cometí mi intento de escape, luego de eso mi vida fue un infierno, cada vez que algún guardia me veía me golpeaba, en los recreos entre todos me llevaban a un lugar al que no nos vieran y me pateaban hasta dejarme sangrando. Luego del intento de escape, gopearon a todos en la cárcel, por lo que solo no los guardias me querían golpear sino también los mismos presos.
Por eso es que me voy. ¿escapar? No, ya no, nunca más, luego de lo sucedido prefiero que me den cinco años más que me golpeen como si fuera una bolsa de boxeo. Solo vasta ese motivo para no querer vivir más. Sé que el suicidio es una forma de morir muy vaga. Pero sí, me rindo, no quiero seguir así. Por eso es que en esta carta me despido de todos aquellos que me llevaron a esto, lamento por mi mujer y por mi hijo, por quien daría mi vida, ja, pensar que ahora estoy por perderla sin defenderme. Si tan solo saliera de la cárcel.
 Luego de eso até una soga en la lámpara del techo, soga que le robé a un preso, me la puse en el cuello como corbata y salté al vacío, esperando encontrarme con la respuesta que tanto teme el hombre, ¿Qué hay después de la vida? Irónicamente luego no podré volver para responder eso. Al saltar, puedo ver como el limitado oxígeno llega a su fin. Cuando de repente la celda se abre...
Diez
 La sombra de una mujer aparece como un ángel al rescate, evitando mi muerte, ella me sostuvo y cortó la soga, luego de eso pagó mi fianza, no sabía que Camila llegara a ser tan buena con alguien a quien relativamente conocía muy poco. Le agradecí haberme sacado de aquel lugar que solo me apresaba y me hacía perder la cordura. Con suerte me llevó en su auto. Le agradecí una y otra vez hasta que me bajé en la puerta de mi casa. La alegría había invadido mi espíritu. Mis ganas de ver a mi familia me llevaron a correr por toda la casa. Al llegar al patio, sobre el tronco del gran roble había una nota, la cual en manera breve narraba como es que mi mujer e hijo decidieron no esperar más. Que si no había vuelto antes solo podía ser porque tenía una amante y que ella se rehusaba a convivir con aquel quien la traicionaba.
 Mis sentimientos cambiaron drásticamente y de golpe, la tristeza me llevó a hacer cosas las cuales jamás haría. Luego de un mes (lo que me llevó afrontar esa situación) pude salir de mi casa sobrio para volver a trabajar, en mi billetera no quedaba ni una moneda. Tomé mi coche llegué a la oficina. Antes de llegar a mi despacho mi secretaria me llamó, pensé: cierto su paga cómo puede ser posible que me haya olvidado, ese maldito alcohol se llevó hasta la última moneda. Encima se daría cuenta de los cortes de una navaja que apropósito mi hice en el brazo. Como lo especulaba ella se dio cuenta de mis heridas. Sabía que yo estaba muy mal por lo cual, decidió, luego de un semestre ella eligió mudarse conmigo. Vi que su presencia evitaba que yo me auto-flagele.
Once
 Quién diría que al final me enamoraría de la mujer menos pensada, una secretaria que solo vería en el trabajo. Es que ella realmente es una chica muy carismática, tierna y bondadosa. Recuerdo que al comienzo ella se sonrojaba cada vez que la miraba, también que no iba a enamorarme de ella, pero el destino tenía otros planes para mí. Sé que es muy repentino, pero realmente me ama y yo la amo, por eso por más que no hayan pasado más de 3 años quiero hacerla mi esposa. Ya está decidido, hoy se lo voy a proponer, debo comenzar a buscar salón, mozos, cura y todo eso. Por suerte gracias a mi trabajo de abogado podía tener la posibilidad de hacer algo grande….
Doce
 Hoy, hoy es el gran día, todo está organizado para que me dé el sí, solo espero que lo disfrute lo más que pueda. Si tan solo tuviera una foto del día en el que se lo propuse. Estaba tan alegre que lloró, cuando se lo propuse toda la familia se alegró tanto que colaboraron con la organización de la boda.
 Tan solo faltan diez minutos para que mi futura esposa se case conmigo. Estoy muy nervioso y no que voy a hacer. Aun no llega y no sé por qué no me atiende el teléfono, se supone que ella debe estar cambiándose, pero no puedo creer que se demore tanto. Inhalo y exhalo reiteradas veces, pero no sé por qué aun no llega, camino de un extremo del salón al otro, las ansias a que llegara me consumen.
 Nueve, ocho, siete, seis, cinco minutos y no, no aparece, es muy tarde para ir a buscarla, qué puedo hacer sino. Cuatro, tres y todos los invitados sentados esperan a que la misa comience, yo que casi no me quedaban uñas que morder, no sabía qué hacer. Dos minutos antes de comenzar la misa se escucha un auto llegar a la iglesia, un minuto la veo llegar con un muy elegante vestido blanco, aunque alegre ya que ella había llegado, algo captó mi atención.
 En su blanco vestido había una pequeña mancha de color rojo, por lo que le pregunté que era, a lo que ella me respondió que solo era un accidente a la hora de cocinar para la noche una torta, que eso solo era tintura de pasteles. Relajado festejamos la boda, y luego de celebrar nos fuimos a dormir. 
Trece
 Luego del casamiento el comportamiento de Camila cambió drásticamente, pasó de ser una persona adorable, bondadosa y alegre a ser una persona indiferente, insensible y antipática. Tanto era el cariño que yo tenía que una de sus facetas fue su lado violento, al llegar a casa me hacía hacer todos los quehaceres domésticos y si no los hacía me daba puñetazos y me jalaba del cabello, pero el enfermizo amor que yo sentía por ella me llevaba a no darle interés a las cosas que me hacía.
 Una vez me di cuenta que lo que me hacía estaba mal, así que un día al llegar a casa cansado le grité que no podía más con la situación a lo que ella me empujó hacia el sótano y me encerró tres días. Allí fue que vida se transformó un infierno, ya luego de sacarme de allí me dijo que jamás me libraría de ella, y así fue. Ya que me tenía encerrado dentro de casa. Las puertas de salida al patio y de la casa estaban cerradas con llaves y me tenía vigilado con cámaras en todos lados. Cada vez que le desobedecía ella me encerraba cada vez más tiempo. Cuando tenía que ir a comprar, también me encerraba.
Catorce
 Enojado de que ella me hiciera eso, comencé a planear como matarla, sabía que era una locura. Pero lo que me hizo estallar fue que un día ella trajo un hombre a casa y me dijo que era su nuevo esposo, y cada vez que él venía a acostarse con la desgracia de mi esposa, ella me encerraba. Por lo cual ya sabía cómo hacer para matarla. Estuve mucho tiempo planeando un mecanismo para hacer que la electricidad se cortará, me llevó mucho tiempo conseguir los materiales y armarlo en el sótano que se había vuelto mi primer hogar. Una noche activé el mecanismo, y cuando ya no había electricidad en la casa fui silenciosamente hasta la cocina por un cuchillo filoso. Cuando estaba por entrar al cuarto clavé el cuchillo en el cuerpo, a lo que sentí que lo que apuñalé era solo su nuevo esposo, su sangré, que por más que no podía, sentía su sangre. Luego la luz volvió, sentía como mi corazón se salía. Ella me empujó al sótano junto a una soga y una silla. Escuché que tomo su auto y se fue de la casa para siempre.
Por eso es que digo lo que dije, “como me gustaría volver al pasado y remendar este error”  , esa maldita traidora como habrá sabido mi plan, todo lo que pasé y ahora esto. No, no puedo más, por eso que decido irme. Tan solo quería decirle a todos lo que lean esto que me recuerden como un buen sujeto.

lunes, 9 de enero de 2017

MUCHAS GRACIAS II

Hola a todos quería notificarle a todos tres cosas, primero gracias por haber llegado a las 4000 visitas; segundo en estas vacaciones volveré para traerle el resumen de Momo  de Michael Ende y Frankenstein de Mary Shelley; y por último quiero que comenten que libro quieren que resuma